Entramos en otoño, cada vez el tiempo es más frío y sabemos que cuando las temperaturas son bajas, el uso de la calefacción del coche o el climatizador, está a la orden del día. Desde Seoane os damos unos consejos de cómo usar la calefacción del coche para ahorrar gasolina.
Si nos pasamos con el calor dentro del coche, afecta tanto al gasto de la gasolina como en la conducción, ya que puede provocar somnolencia. En ese caso, ¿Cuál es la temperatura recomendada para evitar ambas cosas?
Si se regula la climatización a una temperatura demasiado elevada en el vehículo, hace que se gaste más combustible, ya sea gasolina como diésel; esto es debido a que los sistemas auxiliares funcionan también con la energía que produce el motor.
La temperatura del coche tiene que oscilar entre los 19 y los 22 grados, evitado así un gasto energético mayor derivado de un exceso de calor en el interior del coche. También supone emitir muchos menos gases contaminantes a la atmósfera.
Para que el interior del vehículo se caliente antes, lo ideal es enfocar los sistemas de calefacción a la zona de los pies, ya que el aire caliente pesa menos, y tiende a subir, distribuyéndose mejor por todo el coche.
Se aconseja no mantener encendida la calefacción con el coche parado por un tiempo superior un minuto, puesto que el coche parado en sí con el motor al ralentí gasta combustible.
Circular con la calefacción a una temperatura excesivamente alta puede afectar a la seguridad, ya que puede provocar al conductor somnolencia, fatiga e irritabilidad, lo que provoca que se reduzca la capacidad de atención o la de reaccionar ante un imprevisto en la carretera.
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